La pirinola
Un mirador natural con vista a Nogales.
Ubicada al sur de la ciudad, La Pirinola es uno de los cerros más representativos de Nogales, Sonora, famoso por su silueta única que recuerda al tradicional juguete mexicano. Desde su cima, ofrece una vista privilegiada de la frontera, permitiendo apreciar tanto el lado mexicano como el estadounidense en un solo vistazo. Este punto natural no solo es ideal para los amantes del senderismo y la fotografía, sino también para quienes buscan una conexión auténtica con el entorno nogalense.
Ejido Mascareñas
Un rincón rural con historia y tradición en Nogales.
Ubicado a unos 20 minutos al sureste del centro de Nogales, el Ejido Mascareñas —oficialmente conocido como Francisco Miguel Cárdenas Valdez— es una comunidad rural que combina historia, cultura y paisajes naturales, este ejido es el quinto más habitado del municipio. La Hacienda San Luis se distingue por sus amplios jardines, arquitectura rústica y un ambiente que invita al descanso y la recreación.
Ejido Cibuta
Un rincón de historia y tradiciones a las afueras de Nogales.
A solo 20 minutos de Nogales, Sonora, el Ejido Cíbuta ofrece una combinación única de historia y naturaleza. Fundado por el misionero Kino, su nombre proviene del idioma indígena y significa “penacho de plumas”. Disfruta de actividades como senderismo en el Cerro El Cíbuta, descanso en alojamientos tipo glamping como Tres Lunas, y paisajes ideales para desconectarte del ritmo urbano. Una escapada tranquila con esencia rural y hospitalidad sonorense.
Ejido Arizona
A unos 80 km al poniente de Nogales, el Ejido La Arizona es una pequeña comunidad rural con aproximadamente 50 habitantes dispersos en caseríos y ranchos. Este "aguajito en medio del desierto" ofrece un entorno natural tranquilo, ideal para quienes buscan desconectarse y disfrutar de la serenidad del paisaje sonorense . La Arizona es un destino perfecto para el turismo rural, donde la historia, la cultura y la naturaleza se entrelazan en un ambiente acogedor.